I was just reading an article from The Chronicle of Higher Education on library catalogs. The article starts off by mentioning a student who was having a hard time finding the material she wanted at her local university library. The discussion then continues by claiming that OPACs are loosing users because some people find them hard to use. They then continue to describe a few new developments in library OPACs, some commercial and some developed as open source.
The article does a basic job at explaining the fundamentals of a discussion that has been going on in the library for years, and one where the parties involved often cannot agree. But Marc Parry, the article’s author, seems to have forgotten to include a couple librarians in this discussion. Luckily many diligent librarians have found the article already and are happily “commenting” away on it.
One diligent commenter explained that OPACs do no function as Google, and in my opinion, they each serve different roles. mitt4jp wrote;
I found this article a little mis-leading. First of all, a library catalog is structured differently from a search engine. To find items about Thomas Jefferson, the correct way is to use “Thomas Jefferson” as a subject, not as keywords [anywhere] search.
Unfortunately, instead of teaching students how to conduct a precise search with few relevant results, faculty and librarians have found an easy way out — googlize everything.
I think one of the main issues in this discussion is who our users are. Someone who is looking for something good to read for leisure might benefit from a simpler interface, maybe one with just one search box, sort of like Google. But someone who needs a very specific item will likely need a sharper tool.
The other issue in this discussion is information literacy, meaning, do you have the skills you need to find the information you are looking for? I remember having to take a required course in library literacy for my undergrad. I remembered being rather intimidated with the process when I first walked into the session, but I also remember leaving in total amazement and fascination.
How about you come to your own conclusions? Harvard currently runs two OPACs, one catalog has many of the new features currently in vogue, and the sturdy old catalog that has been around for years. What are you using it for? And most importantly, are you finding what you are looking for?
Thank you to Marcel for pointing out this article.
Estaba leyendo un artículo de The Chronicle of Higher Education sobre los catálogos de la biblioteca. El artículo comienza mencionando una estudiante que estaba teniendo dificultades encontrando el material que quería en su biblioteca universitaria. El artículo continúa afirmando que los catálogos en línea están perdiendo usuarios porque a algunas personas les resulta difícil usarlos. A continuación siguen describen algunas novedades en el desarrollo de catálogos en línea para las bibliotecas, algunos comerciales y algunos desarrollados con código abierto.
El artículo cubre lo básico de esta discusión que ha estado ocurriendo en la biblioteca durante años, y donde las partes implicadas a menudo no pueden ponerse de acuerdo. Pero Marc Parry, autor del artículo, parece haberse olvidado de incluir por lo menos a un par bibliotecarios en esta discusión. Afortunadamente, muchos bibliotecarios diligentes han encontrado el artículo y ya están felizmente agregando sus comentarios.
Un comentarista explicó que los catálogos en linear no están diseñador para funcionar como Google, y en mi opinión, cada uno cumple una función diferente. mitt4jp escribió;
He encontrado este artículo un poco engañoso. En primer lugar, un catálogo de la biblioteca tiene una estructura diferente de un motor de búsqueda. Para encontrar artículos sobre Thomas Jefferson, la manera correcta es utilizar “Thomas Jefferson” como un sujeto y no como palabras clave en la búsqueda.
Lamentablemente, en lugar de enseñar a los estudiantes cómo realizar una búsqueda precisa, con pocos resultados relevantes, profesores y bibliotecarios han encontrado una salida más fácil – Googlizar todo.
Creo que una de las principales cuestiones en este debate son nuestros usuarios. Alguien que está buscando algo bueno para leer por placer podría beneficiarse de un interfaz más simple, tal vez uno con un solo cuadro de búsqueda, algo parecido a Google. Pero alguien que necesita material muy específico probablemente necesitará una herramienta más fina.
La otra cuestión en este debate es la alfabetización en información, lo que significa, ¿tiene las habilidad que necesita para encontrar la información que busca? Recuerdo tener que tomar un curso obligatorio en la alfabetización de la biblioteca durante mi pregrado. Recuerdo que al principio el proceso me pareció intimidante, pero también recuerdo haber salido en total asombro y fascinación.
¿Qué tal si llega a sus propias conclusiones? En la actualidad Harvard mantiene dos catálogos en línea, un catálogo cuenta con muchas de las nuevas características de moda, y el catálogo antiguo y fuerte que ha existido por años. ¿Para qué lo está usando? Y lo más importante, ¿está encontrando lo que estás buscando?
Gracias a Marcel por mostrarme este artículo.